Reseña Historica

La Venerable Hermandad de Penitencia de Nuestro Soberano Redentor Jesús Nazareno y Santa Cruz de Jerusalén tiene su sede canónica en la Parroquia de Santiago el Mayor de la villa de Herrera, en la provincia de Sevilla.No conocemos la fecha exacta de la fundación de nuestra Hermandad,sin embargo tenemos pruebas documentales de su existencia durante el siglo XVIII, de lo que podemos deducir que su fundación es anterior a este momento. En este sentido encontramos una referencia a la existencia de unas reglas para el último tercio de este siglo, según María del Carmen Calderón Berrocal[1] en Nazarenos de Sevilla. Ciñéndonos a las fechas que la documentación puede corroborar, los principales datos que poseemos sobre el origen de nuestra Cofradía se encuentran en el libro de Cabildos intitulado Libro de cabildos y determinaciones, en donde se ha de apuntar los cabildos y determinaciones que ha de tener la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de este lugar de Herrera y costeado por el Hermano Mayor José Cabello Carnero en este año de 1818, cuyo original se encuentra depositado en nuestra Casa de Hermandad. Es en este libro donde podemos encontrar la fecha más antigua a la existencia de la Hermandad de Jesús de la que hasta ahora tenemos noticia, pues en el folio 11 aparece la siguiente referencia, en relación con el cobro de las cuotas de los Hermanos, tras la elección de José Cabello Carnerero como Hermano Mayor para el año de 1821: 3º Que luego que llegue el día de Santiago y se haga la cobranza por los Consiliarios como es costumbre y está mandado en el capítulo anterior den los Consiliarios relación de los que no han pagado y estos se incluirán en los morosos anteriores y sacando una lista de los tres años sea presentada con un memorial que se haga, firmado de la hermandad al Señor Vicario General de esta Vicaria para que dé permiso para borrar a todos los morosos y deudores, como lo previene el auto de aprobación que tiene esta hermandad en su libro de estatutos puesto por su señoría el señor don Manuel Bejarano y Fonseca, Vicario general que fue en el año de mil setecientos sesenta y tres. Y además dé su Señoría permiso para que por vía de apremio se cobren las deudas dichas, como lo previene el Ilustrísimo Señor Obispo don José Molina y Navarro, en su visita apostólica que hizo en esta Vicaría en el año de mil setecientos setenta y siete.Si para el año 1763 el vicario Bejarano emitió un auto relacionado con la Hermandad y en 1777 el obispo Navarro Molina otorgó su permiso para el cobro de deudas por vía de apremio durante su Visita Apostólica, no cabe duda de que por lo menos para este momento la Cofradía estaba ya fundada y dotada de unos estatutos propios que le proporcionaban una entidad jurídica independiente. Conforme la Hermandad vaya recuperando y organizando su acervo documental histórico podremos ir añadiendo fecha a fecha y dato a dato nuevos hitos que jalonen nuestra historia como institución. Según la tradición y nuestras Reglas, los fines de nuestra Cofradía se centran en atender al Culto Divino y practicar las obras de caridad. Históricamente también tuvo como una de sus principales misiones el ayudar a sufragar los gastos de entierro y misas de los Hermanos, aspecto este que compartía con la mayoría de Cofradías y muchas Obras Pías durante las Edades Media y Moderna. Aunque este carácter se ha perdido en la actualidad tal vez quede patente como reminiscencia en el hecho de que la Hermandad envíe su bandera al funeral y entierro de los hermanos difuntos y en el de que la mayoría de los hermanos sean amortajados con su hábito de nazareno. De nuevo acudimos al Libro de cabildos y determinaciones que venimos citando para encontrar datos relativos a este aspecto que queda recogido entre otras en la siguiente referencia en los folios 7v y 8r, en relación con la continuación del Cabildo de elección de Hermano Mayor para el año de 1819:En el mismo cabildo que antecede [el de reelección de José Cabello Carnerero como Hermano Mayor para el año de 1819], después de la elección de Hermano Mayor de la venerable Hermandad, hablaron sobre ciertos puntos pertenecientes a ella. Y sacaron de acuerdo que solamente se pagase entierro a toda aquella persona que estuviese sentada en el libro de asiento, y no a los que no estuviesen aunque fueran sus propias mujeres pues de este modo no se precisa a que el Hermano casado se apunte con su mujer propia pues, de otro modo, era mandar en la voluntad de los Hermanos. Y si alguno lo está con otra persona que no es su mujer le queda el arbitrio de borrar con quien está apuntada, y poner en su lugar a su mujer. Así mismo se determinó por esta venerable Hermandad que luego que un Hermano o Hermana muera de los que están apuntados en el libro de Asientos, el Hermano Mayor vea al Señor Cura. Si el tal difunto es Hermano de otra Cofradía de este pueblo; de las que tienen entierro pagado. Y siendo así, el importe del entierro que paga esta Venerable Hermandad, el Hermano Mayor, con la anuencia del Señor Cura, lo distribuya en los sacerdotes de este pueblo en sufragio de misas por el alma de dicho difunto y por las demás almas difuntas de esta Hermandad, sacando el Hermano Mayor carta de pago del Señor cura que certifique estas dietas para la justificación de la parte doliente. Y últimamente se determinó por esta Hermandad que luego que algún Hermano muera, si no es Hermano de otra Cofradía, el Hermano Mayor pase recado al señor cura como es el dicho difunto Hermano de esta Hermandad para que enseguida haga el entierro o mande hacerlo el Señor Cura, y sea pagado por mano del Hermano Mayor, y no dando su importe a las partes para evitar los desastres que se han advertido en diferentes personas, recogiendo el Hermano Mayor su acostumbrado recibo para que sirva en el abono de sus cuentas. Y de este modo feneció el citado cabildo, firmando del que supo y de mí el secretario en once de abril de año de mil ochocientos diez y nueve Nuestra Hermandad celebra dos cultos internos importantes durante el año, la fiesta de Nuestro titular, el día 3 de enero y el Quinario que tiene lugar dos semanas antes de Domingo de Ramos. Ambas tiene lugar en la Parroquia de Santiago el Mayor. El principal culto externo lo constituyen nuestras salidas procesionales durante la Semana Santa que se realiza en la tarde-noche del Jueves y Viernes Santo. El Jueves Santo, Nuestro Padre Jesús Nazareno procesiona como Cautivo. Durante su recorrido la Hermandad participa, junto con la Corporación de los Romanos, en la escenificación del Prendimiento colaborando así en el carácter catequético y de refuerzo del conocimiento doctrinal que posee la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús en nuestra villa, cuyas procesiones y representaciones la acercan a la tradición del teatro doctrinal y al auto sacramental. El Viernes Santo, Nuestro titular procesiona con la Cruz al hombro. Entre la tarde y la madrugada de este día, el de más recogimiento y austeridad de la Cofradía, tienen lugar la conmemoración de las Caídas de Jesús camino del Calvario. También participa la Hermandad, junto a la Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores y en este contexto de representación de la Vía Dolorosa, en la tradición piadosa del llamado “Cruce de Lanzas. La actual imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es obra del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, en talla de cuerpo entero, de vestir y con los brazos articulados, que fue concluida y entregada a la Hermandad en diciembre de 1936. La talla fue encargada por la Cofradía tras la pérdida de la primitiva imagen en ese mismo año de 1936 en las revueltas inmediatamente anteriores a la Guerra Civil. Esta primitiva imagen, de la que la Hermandad conserva algunas reliquias y fotografías, era de un Nazareno con la tipología propia de siglo XVII, igualmente articulado y con pelo natural aunque de menor tamaño que la actual. Durante el año, si exceptuamos su traslado al altar mayor de la parroquia durante los cultos y la salida procesional, Nuestro Padre Jesús permanece en su Camarín situado en el lado de la epístola de la parroquia. CALDERÓN BERROCAL, María del Carmen:Venerable Hermandad de Penitencia de Nuestro Soberano Redentor Jesús Nazareno y Santa Cruz de Jerusalén” en Nazarenos de Sevilla, vol. III págs. 7 a 17.Este libro es de tamaño mayor que el folio con encuadernación de cuero en sobre.Venerable Hermandad Jesus Nazareno de Herrera.